Este año, asistir al Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam ha sido para mí una experiencia muy especial. Un dato relevante de esta edición fue el récord conseguido: 47% de los filmes en programa eran de cineastas mujeres. La presencia de realizadoras latinas no fue nada indiferente a este hecho. Con esta nota y la video reseña adjunta, realizadas para Cinencuentro, quiero acercarles a algunas de las directoras latinas que llegaron a esta cita del cine documental.
Los documentales latinos premiados fueron: «A Media Voz» (In a whisper) de las directoras cubanas Heidi Hassan y Patricia Pérez Fernández se alzó con el premio más importante del festival: Mejor Largometraje Documental (IDFA Award for Best Feature-Length Documentary). En otro apartado, la brasileña Denize Galião recibió el Premio IDFA a Mejor Documental Estudiantil (Award for Best Student Documentary) por “Saudade”. Y en la competencia de mediometrajes (Best Mid-Length Documentary) la directora argentina Andrea Testa recibió una Mención Especial por su documental “Niña Mamá” (Mother-Child).
«A Media Voz» es un bello relato de la comunicación que retoman dos entrañables amigas por medio de video-cartas, después de años de haber dejado Cuba; alejadas de las carencias y la censura. El jurado subrayó que el filme es una refrescante reflexión de lo que significa ser mujer: “Es un homenaje a la ausencia y, sobre todo, una exaltación a la amistad, al esfuerzo y a la vulnerabilidad. Una recuperación de la esperanza y la pasión. Un diálogo cinematográfico extraordinario y honesto».
En diferentes fechas y situaciones conversé con las directoras: Natalia Solórzano Vásquez de Costa Rica, (“Moving so Slowly”/ “Avanzaré tan despacio”); Claudia Sparrow de Perú, (“Máxima”); Denize Galião de Brasil, (“Saudade”); Laura Herrero Garvín de España (“La Mami”); Heidi Hassan de Cuba, (“In a Whisper”/ “A media voz”); y las mexicanas Juliana Fanjul (“Radio Silence”), y Michelle Ibaven quien participó en la sección Docs for Sale, con su documental «Cuando cierro los ojos».
Los filmes, la mayoría estrenos mundiales, tuvieron buena acogida del público (varios con un anticipado “sold out”), además se ofrecieron charlas posteriores a las proyecciones. En el coloquio de la producción suiza- mexicana “Radio Silence”, se contó con la participación especial de la protagonista del documental, la periodista mexicana Carmen Aristegui, reconocida por defender un periodismo independiente en su país y por desvelar sonados casos de corrupción.
“Somos muchas mujeres haciendo cine documental por diversas razones, algunas positivas y otras no tanto.”
Respecto la participación de cineastas mujeres este año, la directora mexicana Juliana Fanjul comentó: “Cuando empecé a ver la programación, vi que eran muchas mujeres, y muchas de ellas amigas mías, no pude más que ponerme feliz. Creo que tiene que ver con el hecho de que sea un festival de documental. Somos muchas mujeres haciendo cine documental por diversas razones, algunas positivas y otras no tanto. Es un cine que cuesta menos que el cine de ficción, es un cine que tristemente está menos reconocido que el cine de ficción. Entonces creo que son algunas de las razones por las que las mujeres hemos encontrado un “nicho” interesante ahí, y hay que tener mucho cuidado. Creo también en la sensibilidad de las mujeres, en su capacidad de observar, en su capacidad de conmoverse, en su capacidad de enternecerse. Sin generalizar, evidentemente hay hombres magníficos, artistas y cineastas que también tienen esa capacidad, pero creo que las mujeres hemos encontrado en el cine documental una forma de plasmar nuestra sensibilidad como mujeres. Y creo que el mundo está hoy en día volteando hacía la importancia del rol de la mujer en la sociedad y que eso, evidentemente, tiene un impacto en la gente que nos está programando (IDFA, por ejemplo) entonces no puedo más que celebrar eso. Yo espero ver un día festivales donde lleguemos a porcentajes más altos de cineastas mujeres.”
Muy probable que esa sensibilidad llevó a la española Laura Herrero Garvín, directora de “La Mami” (México-España, 2019), emplear tres años sólo en el trabajo de investigación: “Creo que lo más complicado del documental fue (lograr) poner una cámara en el baño de este local, que es un espacio difícil de acceder porque justo el trabajo de las ficheras, las mujeres que trabajan en este cabaret, bailando y dando compañía a los hombres, está muy estigmatizado. Entonces a las mujeres, en sí, no les apetecía tanto estar en el documental. Pero hubo un trabajo (como) muy de acercarnos, de hablar y de acercar el documental mucho más a ellas. Y tratar lo que les parecía importante, lo que querían. Eso fue mucho trabajo. Un trabajo de investigación de tres años. O sea, podría haber hecho seguramente una película el primer año, pero hubiera sido una película muy diferente. No (una película) tan íntima y tan centrada en ellas, en sus miedos, en sus vidas.”
Son varias las reflexiones compartidas por las directoras latinoamericanas que recapitulo además en el video adjunto a esta nota. “Agradezco muchísimo a ustedes por el apoyo y por el estar buscando estas historias de mujeres cineastas latinoamericanas. A veces es difícil encontrar nuestro espacio para contar y expresar nuestras ideas. Gracia,” dijo la realizadora costarricense Natalia Solórzano Vásquez respecto a esta cobertura para Cinencuentro.
Esta edición el IDFA sumó además a su equipo de profesionales, a la documentalista ecuatoriana María Campaña Ramia, como nueva programadora asociada. Ella forma parte de la comisión encargada de la competencia de largometrajes más importante del IDFA. Asimismo, su trabajo reforzará la presencia y el alcance del festival en América Latina. Campaña Ramia fue moderadora, entre otros, del coloquio realizado sobre el documental “Radio Silence”, de la directora mexicana Juliana Fanjul.